El hermano estaba hambriento de sexo y no pasó por alto a sus hermanas, que meneaban el culo en la terraza. Las llevó a la habitación y tiró de la rubia en el agujero anal, mientras que la segunda hermana morena con sus manos abrió sus piernas rubias. Naturalmente, echó su jugo en la boca de cada una por igual. Les hizo saber que se acordaba de ellas y que siempre les ayudaría a relajar sus culos.
Las enfermeras japonesas saben cómo funciona la medicina no convencional. Las píldoras que ponen en la boca del paciente no son productos químicos, sólo hierbas. Levantando su polla y descargando sus coños sobre ella, le daban algo de su fuerza vital. Por supuesto, después de esta manipulación de su polla, el hombre se recuperó a un ritmo tremendo. Hombre, ¡qué medicina tan avanzada!
¡Katya, el día es divertido! ¿Cómo te veo?