Este tipo no puede manejar sus finanzas, y no puede proteger adecuadamente a su chica. La mandó con un negro para pagar sus deudas, y ni siquiera sabía que serían dos. Y él mismo se quedó en la puerta por nada. La chica, por supuesto, fue recibida como es debido y azotada en dos barriles, pero la deuda debe ser pagada, y no tuvo más remedio que satisfacer las dos. Lo hizo perfectamente.
Sí, esta corrida en sí misma casi saltó de sus bragas para chupar el tipo. Aguantó como pudo. Pero cuando aquella rubia le ofreció follar con ella, no pudo evitarlo. Así que para ello sumergió su eje en la boca de ella, pero sólo para mojarla. Y entonces su culo sollozó, recibiendo el coño dentro de ella. Era un placer que nunca había conocido. ¡Pero ahora ella también se había desatado!