Pues eso, el hermano no tanto. La hermana es genial, es la bomba en cuanto a parámetros. El tipo, en cambio, es débil. Lo vi, pero no con gusto. Se podría decir que eché un vistazo, rebobiné y rebobiné todo el tiempo. No había nada que ver. No había nada original. Al menos se habría insertado alguna pose original. En general, ¡aburrido y sin interés! Consejo de no ver, pierdes el tiempo.
Cuando la esposa es una perra, es muy conveniente para pagar las deudas. Siempre puedes ponerla debajo del acreedor. El collar que le puso su marido es como un estigma para una puta. Su marido eligió el vestido con el que irá a sus amantes, y las bragas son una convención puritana innecesaria. Que se vea como una mujer doblada. Incluso se ofreció a que unos negros la filmaran con su smartphone para dar pruebas a su marido de que había pagado su deuda de juego. Los trambos negros trabajaron duro con sus encantos, metiéndolos hasta el fondo; la chica gimió bajo su tamaño, pero cumplió con todos los caprichos de los sementales africanos. La deuda se redimió, y el bombón ayudó a pagarla.
Los jefes de hoy en día son pequeños, aunque se crean brutales. Pero es lo que hay: el estatus es decisivo, y si eres el jefe, seguro que te van a lamer el culo, en el sentido más literal de la palabra. En cuanto a la asistente, no sé lo que es en el trabajo en el perfil principal, pero en la cama un verdadero profesional. Ni un solo fallo, ¡todo un 10 sobre 10!
No me importaría follar con esas lesbianas.