La hijastra admitió a su padrastro que nunca había tenido un masaje en el hombro. Je, je - Yo también corregiría ese malentendido. Quién iba a dudar de que sus manos bajaran a sus pechos. La rubia estaba sudando y su polla estaba en su boca sola. Hombre, ese padrastro era una especie de Copperfield.
La stripper tetona intentó meterse la polla hasta el fondo de la garganta, pero era demasiado grande y gruesa para ello. Aunque lo consiguió con su ano.